No creo que "el mundo" no esté preparado para mis abrazos. Eso sería ser todavía más arrogante de lo que ya soy; pero sí creo que dónde vivo, en este pequeñito espacio, casi nadie entiende lo que es el amor.
Me tienen miedo, porque le tienen miedo a cualquier gesto amable, es inconcebible que alguien haga algo desinteresado, algo por pasión y no por dinero o reconocimiento. ¿Si no le importa el reconocimiento, por qué se queja? dirán. No no me importa, pero, cómo yo sí sé qué es amar, si me duele que me tengan miedo. No tienen que decir gracias, con no temblar sería suficiente. ¿Tiemblan? Sí, y ahí si soy arrogante, los he visto temblar, desvanecerse ante mi presencia. Pobres diablos. Se nota que no tienen su dosis de abrazos diarios...
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Hola, vengo a conocer tu blog. Espero seguir pasando. Te invito a que visites el mío, quizá te guste algo de lo que hay allá.
ResponderEliminarSaludos
Jacob.