Nadie que no haya vivido en carne propia lo que es estar sumergido años en depresión tiene siquiera una idea de la terrible enfermedad que es; sin embargo he aprendido en todo este tiempo y creo que estoy bastante cerca de una recuperación completa.
Tuve que evaluar el comportamiento de personas normales. Tuve que tomar nota de lo que significa el "amor" en la sociedad y la facilidad con la que se usa esa palabra. Estuve cerca de alguien quién nunca expresó mayor sentimiento alguno, si acaso lo vi dos o tres veces expresar algún sentimiento, y de ellas solamente una vez estuvo sobrio.
Nunca entendí como una persona podía expresar tan poco, pero es que lo que no contemplé es que estaba ante una persona "normal". Una persona que nunca había tenido la desdicha de lidiar con tan inmensos sentimientos que inundan día a día mi inconsciente.
Estoy acostumbrada a los artistas... ¿y qué es un artista sino alguien que siente más de lo que debería?. Los artistas pasamos drogados 24/7 de las propias sustancias que genera nuestro hipotálamo. Para un artista, la traición significa la muerte.
Nunca entendí como alguien capaz de decir "te amo", se podía levantar al día siguiente de verme a mí destrozada, moribunda, agotada... levantarse, reírse, ir al trabajo y seguir como si nada hubiera pasado nunca. Nunca había tenido la oportunidad de ver esto, nunca había visto un cerebro "normal" funcionando sin ningún atraso después de un poco de dolor.
Recuerdo haber llorado mares junto con otras personas, recuerdo la furia, la ansiedad, recuerdo lo que es ver a un hombre llorar como yo. Recuerdo lo que es sentarme hasta tres horas a escuchar a alguien hablando y llorando desesperadamente; recuerdo lo que es conocer cada gesto de dolor, recuerdo lo que es escuchar a alguien interpretar una obra propia y saber exactamente qué sentimiento significa cada nota.
Y es que hasta ahora fui capaz de compartir tanto tiempo con alguien que simplemente tiene la gran dicha de no sentir nada de eso.
Los artistas nos juntamos con otros artistas no porque los busquemos, sino porque nos identificamos en cada muestra de sentimiento que vemos expresado. Conocemos esos sentimientos, conocemos sus formas, sus sonidos... Y no tenemos que tratar de explicarlos, son amigos en común...
Recuerdo lo que es llegar después de haber casi muerto, llorar y darle la mano a alguien más, y que con un simple gesto todo se sincronizara y él empezara a llorar también.
Es bien diferente hoy.
He tratado de apuntar qué es lo que significa el amor entre personas no sentimentales... entre personas normales cuyo cerebro no segrega más ni menos que lo necesario. He llegado a la conclusión de que el "amor" como se ve en tantas películas y en tantas parejas no es más que conveniencia. Ni siquiera es un sentimiento.
Las personas que dicen amar a otra sólo buscan comodidad, reírse con alguien, pasarla bien, estar seguros, tener a alguien quién los respalde y los ayude para continuar con los menesteres de la vida. El amor, más que amor, es eficiencia.... Y eso es lo que me ha costado tanto entender. ¡Yo no quiero eficiencia!, ¡ Quiero amor desgarrador!.
Es la primera vez que me enamoro de alguien para quién es el amor es un concepto tan distinto al mío. Es la primera vez que tengo tanto contacto con un cerebro tan eficiente emocionalmente; es la primera vez que veo como alguien es capaz de levantarse y seguir una vida común, sin sucumbir ante el dolor; es la primera vez que veo a alguien quién no sufre, es la primera vez que veo a alguien que llora solamente si está borracho.... Es la primera vez que veo un cerebro práctico con sentimientos mínimos...
No tengo palabras para describir la envidia que me genera... No sentir. No sentir tanto como yo siento. Tengo bien memorizadas las actitudes de este alguien, por fin entiendo la televisión y las películas; tiene sentido que el cerebro no sienta tanto para que pueda seguir funcionando con practicidad.
Por muchos años pensé que prefería ser como soy, sensible; con algo dañado en mi cerebro que me hacía sentir demasiado. Ahora por fin me doy cuenta que de nada vale poder componer mil canciones y dejar parte de mí en ellas, de nada vale poder apreciar el arte más sublime del universo, de nada vale sentir tanto en un mundo donde el 90% de las personas no sienten ni la mitad. De nada vale mi concepto de amor si no se asemeja al de la mayoría.
En este momento daría todo por ser insensible, daría todo por simplemente decir "me vale picha todo". Daría todo por no importarme nada de lo que ha pasado estos últimos años y continuar con mi vida como si fuera un día cualquiera. En este momento quisiera tener el valeverguismo que tanto critiqué por envidia. En este momento quisiera ser yo la que no ocupa un libro de "Not giving a fuck". En este momento cambiaría todo el conocimiento que me ha otorgado poder sentir, por un día de una persona que no sufre.
En este momento daría todo por cambiar de posición...
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