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jueves, 9 de diciembre de 2010

Lista de regalos que me gustarían para navidad


Digo... por si me quieren regalar algo y no saben que....

1. Una paletota de esas que tiene quico (si si el del chavo).
2. Un chocolate, té o cualquier bebida caliente en el medio de una acera en una tarde típica de diciembre.
3. Un besito en el cachete.
4. Unos nachos de rayuela
5. Un chifrijo de la choza de Joel
6. Una birra de anochecer
7. Un ratito de jazz y pizza ( Roy-David)
8. Un ratito de jazz solamente
9. Una llamada
10. Una clase musical :P
11. Un par de puas con amor para hacerme unos aretes.
12. Un sanguchito acompañado de alguna teoría de platón (y demás locos)
13. Compañía al ver cualquier película independiente o muestra de cine.
14. Una ida a ver cualquier obra de teatro, danza, mimo…
15. Un mensajito en mis convers.
16. Una flor (del jardín de algún vecino)
17. Una noche de especial de los simpsons con palomitas.
18. La dedicatoria de una canción
19. Una concha de mar en forma de tornillo
20. Una sorpesa.

lunes, 29 de noviembre de 2010

......Uhm Uhm....


Resquemor, achares, desazón incluso animadversión he padecido estos años… Ahora hasta me siento vaguida por la incesante lisonjería, la falta de deferencia; y descomunalmente celosa al otear la camaradería que tiene con el mundo remanente… quién no ha tenido la proclividad, dilección ni bienquerencia que he deplorado yo por usted.

lunes, 11 de octubre de 2010

Amor, amor...

Hoy no hablaré de amores fantasiosos, amores a la vida
ni del amor que desprende una flor en su esencia.

Hoy no quiero hablar de lágrimas
sumergidas en el fondo de una ilusión,
ni de sueños con aroma a jazmín.

Hoy no quiero hacer pensar que hablo de un sentimiento mundano
expresado en palabras que pretenden ser sublimes dentro de la ingenuidad.


Hoy hablaré del amor del que todos hablan, pero nadie parece entender;
ese que dicen crece por segundo y se esfuma con el tiempo.

¿Cómo le explico a la razón todas las noches sin dormir?
…y ese tono tenue de mis sueños cada vez más real…
¿Cómo explico una melodía que sólo es capaz de sonar en mi cabeza?
Y ser capaz de recorrer el mundo sólo para tratar de coincidir.

Es aquí donde me entristece sobremanera el hermetismo de la sociedad,
la falta de amoralismo desinhibido y despreocupación.
El querer poseer una vida que se adhiera a la comodidad
de un orden lógico y prudente.

Odié cuando “lógicamente” era más esperable que amara;
ahora amo porque dejé de tener,
pero a cambio puedo percibir todo aquello
que todos siempre tuvieron, pero que yo no gocé jamás.

Más que el hecho de no poder disfrutar un amor, me duele el hecho de no poder decirlo,
porque el decirlo es un disparate aún mayor y más absurdo que el mismo acto de amar.
Más que el hecho de no recibir un abrazo, me duele el hecho de no poder darlo
y perder entre desvanes tan divino gesto.

Y al final de la vida donde ya no hayan condiciones,
¿Qué habremos ganado?, ¿qué habremos perdido?
¿A dónde van todos los sentimientos desperdiciados,
los besos no correspondidos, los consuelos difusos por el daño de una lágrima?

Hoy amo, como una persona ama a otra,
como nunca imaginé decir
atentando contra todas mis reglas personales
hoy digo que estoy enamorada.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Sábado 11 de setiembre. 3:23pm

A pasado alrededor de un mes sin mis compañeritas azules y creo que eso se ha visto reflejado aquí; ya no podía pasar más tiempo sin escribir, aunque fuera de una manera pobre como esta.

¡Qué rápido pasa la vida!, recuerdo como si fuera ayer todas esas noches de pensamientos y mañanas de remordimientos.

Siempre escribo para mí misma, pero nunca he tenido miedo de que conozcan todo de mi, no sólo la carita bonita que ponemos todos.

Hoy estoy triste, se me llena la cabeza de recuerdos, quisiera poder contarle tantas cosas a gente que ya no está.

Estuve leyendo a Oscar Wilde y descubrí un pensamiento genial, siempre duele más perder a alguien que acabas de conocer que a aquel que ha pasado toda la vida contigo. Siempre tendemos a idealizar a las personas, por eso nuestro gran amor se concentra en alguien a quién creímos conocer, pero en poco tiempo; no le damos tiempo a la vida para quitarnos la venda que llevamos en ese momento, y para mí eso es lo bello del amor... por eso sólo creo que existan los amores platónicos, aquellos que se van físicamente, pero que siempre recordamos.

Sinceramente, para estos momentos de la vida tenía muchos planes y sueños. Siempre logré todo sin mayor esfuerzo; siempre derroché mediocridad y desinterés en muchísimas cosas en las que igual me destaqué... Pero lo único que de verdad quise no lo logré. Ahora le pregunto a mi guitarra ¿qué hice mal?.. Sólo yo sé lo que hice por ella.

Ese es el principal efecto de dejar de tomar mis pastillas, creo que viene especificado en la caja: "Puede producir insomnio, depresión por un problema pasado, ganas de romper la guitarra contra una pared, mareos y dolor de cabeza si se deja de tomar súbitamente".

Aveces quisiera que la vida me consolara, tan sólo por un ratito; pero es tan difícil, ¿porqué no todos somos niños por siempre?.

Igual, sé que no me puedo quejar, no cambiaría mi vida con la de absolutamente nadie; quiero empezar a crear, tengo cientos de obras maestras en mi cabeza, se los juro, y no es por que me crea talentosa, es porque puedo dar absolutamente todo de mí, hasta la última gota; sin que me importe nada, sin guardarme nada.


Sigo feliz de ser quién soy, y curiosamente últimamente he conocido personas a quienes realmente amo, que dan todo de sí. Por primera vez no me tengo que limitar a conversaciones carnales, sin espíritu; por primera vez no tengo que quedarme callada y sonreír diciendo por dentro "que idiota". Estoy casi segura de que todos los que lean esto son parte de ese grupo de gente a quién amo, y la razón que me impulsa a dar todo de mí; para mí y para la gente que lo sepa disfrutar.

¿Saben que es lo más curioso?, es de día, así que lo escriben las dos partes de mí.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La gente que me gusta



Perdóname Platón



Me gusta la gente que vive el momento, que no le importan las consecuencias de decir lo que siente; me gusta la gente sencilla.

Me gusta la gente que se esfuerza por alcanzar sus sueños, la que siempre mira hacia arriba pero extienden la mano hacia abajo.

Me gusta la gente que comparte su amor, y recuerda con cariño cada relato; me gusta la gente sincera.

Me gusta la gente que no habla por alabar; me gusta la gente que mantiene y defiende su palabra.

Me gusta la gente que se siente aludida sólo ante situaciones de aprecio y que repele palabras mezquinas,

¿Cómo he de decirte que me gustas tú, sin que me dejes de gustar?, ¿Cómo he de gustarme yo, sin decirte que me gustas tú?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Otro desvarío sin ninguna norma...


Probablemente en la mañana desearé no haber convertido lo personal en impersonal.

Miércoles 1 de Setiembre 1:44 am.

Extrañaba las madrugadas, el frío, la insistente obsesión, las lágrimas, todo… Aún así no podría expresar con palabras la satisfacción que me genera el poder sentir un poco de nuevo; aunque sé que los motivos son los menos sanos que podría esperarse.

Este es uno de los momentos donde una llamada cambiaría completamente el rumbo de absolutamente todo para bien; nunca, nunca, se puede cambiar para mal; pero desafortunadamente existen las formas más impersonales de comunicarse; tanto así, que a estas alturas hasta un mensaje de texto puede parecer un gesto íntimo.

“Por un beso…
No sé que daría por un beso”

¿Qué no daría por un beso?, un beso del mundo, un beso humano, un beso que arrebate la indiferencia por tan solo un segundo.

¿Qué pasa?, que las miradas que pretenden ser más profundas naufragan a la orilla de la humildad.

Lo que pasa tal vez es que me he tomado la vida demasiado en serio y he tratado de encontrar compañeros de trinchera, aún sabiendo que no hay guerra alguna, no para mis colegas.

¿Cuánto daño habré causado?, respondo cuando preguntan mi mayor temor. Alguna vez imaginé con lágrimas en los ojos el poder dar inspiración y aliento, ahora pido desesperadamente que la vida no me confíe tal responsabilidad. ¿Qué haría yo al ver una confianza destrozada al frente mío?, ¿qué haría yo al ver tan solo un gesto de decepción?, vida mía… Pediré perdón trece veces al día.

Espero una caricia de la vida, un simple gesto de humanidad, un “buenos días” que signifique algo en realidad, un “buenas noches” que no denote monotonía…

No sé qué daría…

sábado, 10 de julio de 2010

Sinfonía de dos enamorados




Advierto al que vaya a leer esto que si no escuchan "I hear a Rhapsody", se ralajan, dejan de hacer todo lo que están haciendo y cierran sus ojos para imaginar unos instantes; van a perder su tiempo. (Más de lo que ya lo hacen).

El texto está separado en pequeños párrafos, puesto que en esos silencios me detuve a imaginar las gotas y la brisa corriendo por mi cuerpo.




Eran pasadas las once, se respiraba un aire frío en un ambiente de tono azul, las luces blancas que alumbraban el callejón le daban un aspecto aún más triste, la lluvia caía como siendo cómplice de la melodía que se escurría por cada rincón.

Es un largo y estrecho camino, al lado derecho se encuentra una hilera de casas todas iguales, en ellas hay una luz tenue que alumbra la entrada, escaleras altas y los vidrios empañados.

No se logra observar que hay del lado izquierdo pues todo se pierde en la oscuridad. La acera de adoquines acrecenta el sonido de los pasos.

Al final del camino hay un parque, sin embargo sólo se logra contemplar una banca de madera color cenízaro con un soporte detallado de hiero. Justo encima de ella hay un poste de luz que parpadea frecuentemente.

Él camina despacio, como si estuviera disfrutando el momento más bello de su vida, se dirige hacia el final del camino con gran determinación pero queriendo que nunca acabe. Viste un pantalón negro, mocasines del mismo color, una camisa blanca con las mangas recogidas; encima lleva una gabardina y en el cuello una bufanda de cuadros.

En su mano izquierda carga su instrumento, su mano derecha la guarda dentro de la bolsa. Su mirada es fija, sin embargo, se pierde entre alucinaciones.

Ella se encuentra sentada en la banca del parque, sonriendo. Sus ojos cerrados y sus mejillas enrojecidas; intenta imaginar un mundo paralelo exactamente igual al de ese momento.

Lleva unos zapatos rojos e igualmente una gabardina blanca con finas rayas negras. Un sombrero gris y un mechón oscuro cubren la mitad de su cara.

Ella empieza a tararear levemente una canción mientras él se acerca y acaricia con ternura su boca. Él se sienta a su lado coloca el estuche sobre sus piernas y lo abre cuidadosamente, intenta decir una palabra pero ella rápidamente cubre su boca con un dedo y sonríe, él entonces comienza a tocar siguiendo la melodía; se escucha en ese instante a lo lejos de la cuidad el sonido áspero y dulce del saxofón.

Ahí pasó el tiempo, como si hubiera desaparecido todo lo demás, sólo quedaban ellos dos, amándose silenciosamente.

…Y cuando se escuchó por fin la última nota melancólica se dijeron adiós con el más profundo de los besos; ella sujetaba su cabello con fuerza como si no quisiera perderlo mientras él mordía suavemente su labio inferior.
Se unían sus fantasías y sus mundos paralelos, estaban enlazados, pues compartían un mismo amor. Después del beso sólo hubo una mirada larga y penetrante, y allí tomaron caminos separados de nuevo.

El mismo camino se encontraba ahora mas opaco, era difícil mirar entre la niebla, cada paso se escuchaba aún más y el frío comenzaba a entumecer los dedos.

Ninguno confesó llorar…pues la lágrima se perdió entre la lluvia…

sábado, 26 de junio de 2010

Carta a un viejo amigo


- Hola (mirada fija a los ojos por un momento que acaba perdiéndose rápidamente seguida de una ligera sonrisa.),- ¿todo bien?

Claro, ya sabes lo que eso significa: ¿cómo seguiste?, ¿y de lo que me contaste?, ¿seguro que no quieres hablar?, me alegra mucho verte…

Hace días que quería hacer esto, pero tú sabes siempre todo se acumula y he estado bastante ocupada. Hoy no tengo ganas de escribir así que hablaré un rato.

Me descubrí extrañándote esta tarde, por eso vine aquí, tenía la falsa ilusión de encontrarte y de que todo hubiera sido un sueño.

Adivina que estoy escuchando; nunca te devolví tu disco de Fito, pero prometo cuidarlo, es excelente para un momento así.

Ya han pasado cuatro años desde que te conocí, parece mentira; y ya había pasado casi un año sin hablarte. ¿Recuerdas que fue lo último que me dijiste?, – cuando la vuelva a ver la voy a abrazar y no la voy a soltar, jajaja –

La noticia me llegó hace pocos días, te digo que fue una prueba difícil, casi se me cae la obra y olvido mis líneas cuando tuve que demostrar un asombro indiferente hacia esas palabras, y peor aún cuando estuvieron bastante rato hablando de ti, tuve que contenerme de desmentir tantas cosas, que yo sé, tú hubieras dicho de la misma manera.

Sé que nunca nos consideramos amigos, pero sé que tampoco lo hubieras negado, (sólo existe un tipo de gente así, y es la que tú y yo llamamos “idiotas”). Al final somos más que amigos loco, somos compañeros de fantasías.

Me divierte pensar que tan burlado se sentiría el mundo si se diera cuanta de todo lo que hemos compartido. Estoy segura que los dos pensamos en hacer muchas cosas juntos, esas que la sociedad no nos dejó porque siempre nos volvió a ver amenazándonos con algún tipo de castigo por no seguir el protocolo; que importa, te prometo que nos desquitaremos después.

Muchas veces pensé en ti cuando sentía que ya no podía dar más. Gracias por todo lo que hiciste por mí; al final todo se llega a saber, así que me di cuenta que más de una vez te metiste en problemas por defenderme; gracias por esas mentiritas de “-mañana no me tengo que levantar temprano-“ sólo para quedarte hablando conmigo cuando estuve enferma, gracias por todas las madrugadas que pasamos frío viendo la luna, gracias por todas las canciones, gracias por confiar en mí.

Nos vemos loco, tal vez en un mundo más parecido al nuestro; te quiero.

Iva

lunes, 14 de junio de 2010

Jazzmín...

Todo es culpa de ella, ella hizo que me alejara de todo, y ahora no me deja salir…. Lo hace al propio.

Hizo que traicionara a mis amigos y que me diera cuenta de un montón que no lo eran, me hizo perder la dignidad más de un par de veces.

Ella se pone celosa del piano, no me deja tocarlo, me atormenta!!, me mira con esa carita de yo no fui, con esos ojitos que me parten el corazón, me llena la memoria de recuerdos de sonrisas…siempre lo hace cuando tiene puesto mi vestido favorito, aquel que andaba cuando nos conocimos….y entonces cuando dejo de tocar y regreso a ella…zacatá! Me atrapa, me intimida, me amenaza…

Ella se cagó en mi vida sexual….porque sabía que era imposible ganarle a una persona en muchos aspectos de mi vida, entonces logró que yo ya no pueda disfrutar de un orgasmo con nadie, pero aún así hace que me prostituya, sólo para conseguir las cosas que ella quiere, entonces después deseo volver a hacerlo, solo para demostrarle que no tiene razón….que no me prostituyo, pero ella gana….y me lo reclama después, con sus constantes quejas de insatisfacción cuando la toco..... me compara constantemente con otros, que tienen talvez un quinto de tiempo de conocerla de lo que tengo yo, pero siempre queda más feliz con ellos….

Y cuando quiero desahogarme y tomarme un buen trago de blues, aparece de nuevo, hermosa, seduciendo a todos los presentes…..pero ella nunca me saluda a mi…no en público….sólo pasa y me avisa que me espera en casa temprano.

Ella suele estar sucia….siempre tiene alguna lágrima marcada, pero, como si no me dejara borrarla, sólo aparece cuando hay luz blanca…ella sabe que odio la luz blanca, es tan fría…sabe que en mi casa no voy a notar esa lágrima, así que voy a olvidar limpiarla….sólo aparece para hacerme temblar y llorar en silencio, mientras sonrío como siempre lo hago y hago todo el esfuerzo por no derramar otra que se complete como una pintura típica de Dalí.

Una vez traté de pedirle un tiempo, como para arreglar las cosas entre nosotros, pero ella no cree que haya nada malo…y en ese entonces amenazó con decir las cosas que nadie debe saber…..yo le juré amor eterno…pero ella ni siquiera contestó con un beso o un “te quiero”, sólo me miró fijamente por un segundo y yo caí…..

Por ella perdí mi único amigo, se dio cuenta que él me consolaba cuando tenía problemas con ella; por ella me he alejado de toda mi familia, por ella mamé el cole el año pasado….pasaba semanas y semanas sin ir…ella no me dejaba…

No me deja penar en ninguna regla gramática, ni en puntos, ni en comas, ni en absolutamente nada....No me deja escribir, ella sabe que puede que me escape por ahí, por eso me tiene la mirada encima.

Ella sabe que no podría dejarla…..por eso se aprovecha; ahora que estoy sola, que sabe que no tengo a nadie, se aprovecha.

viernes, 11 de junio de 2010

Yo me acuerdo cuando...


– Yo me acuerdo de las mejengas al frente de mi casa, con un marco improvisado hecho de piedras o zapatos; las andadas en bicicleta, las apuestas de bolinchas y los campeonatos de trompo. –

Este párrafo lo concluiría diciendo:

– No como ahora, que nadie puede salir a jugar a la calle y mucho menos andar solo en bicicleta, sería víctima casi inmediata del hampa. Pero además, que van a querer salir a jugar los niños de ahora si desde los ocho años tienen Facebook…–

Me atrevería a decir que no hay persona, con la suficiente edad para extrañar, que alguna vez en su vida no se haya referido en tono de añoranza hacia su infancia o su pasado, poniendo siempre énfasis en achacar los vacíos y la problemática de la sociedad actual.

Lo interesante es que aquí tenemos un dilema, y es que la palabra actualidad se define como tiempo presente. Si nos ponemos a pensar e el presente podríamos llegar a la conclusión que ni siquiera existe pues se manifiesta en un tiempo tan ínfimo que se convierte inmensurable.

Por lo tanto, todos objetamos lo mismo pero respondemos a épocas y situaciones completamente diferentes. Desde que nuestros abuelos nos hablan de las carretas, de la luz de vela, o de cuando se podía conocer el estatus, los valores y la honra de una persona con sólo preguntar su apellido; hasta personas como yo, quienes nunca nos perdimos un solo capítulo de Dragon Ball, que defendemos a capa y espada que no va a llegar a existir mejor juego que el conocido “Mario colita”, y que al pensar en esto repasamos la cancioncita en nuestras mentes.

Entonces, ¿podemos afirmar que la conciliación de este mismo pensamiento es inherente al enviciamiento progresivo de la sociedad, o es mas bien relativo a cada individuo?

Si partimos de esta última conjetura al final nos damos cuenta que el ser humano siempre va a fundamentarse en sus propias experiencias, aferrándose y creyendo en su pasado. Dejando al margen, como un niño, cualquier delirio de un futuro entrante que provea algún sentimiento de seguridad, y es que estaremos seguros únicamente cuando ya vivamos en nuestro propio mundo, pero para que sea nuestro, ya debemos haber pasado por él.

jueves, 1 de abril de 2010


Este es el relato, de un día normal de mi vida; y aseguro que no va a ser muy diferente al de cualquier otra mujer. Pero, ¿qué pasaría, si las mujeres fueran como los hombres, y los hombres como las mujeres?, aseguro a que ningún hombre podría soportar más de dos días como los vive una mujer.

Pediría que, si son hombres, traten de imaginarlo. A ver cuantos podrían caminar en tacones...

En un día normal (si eres hombre pon tu nombre aquí) se despertó y comenzó esta historia.

El despertador seguía sonando, ya sentado visualizaste que era un día importante; te metiste al baño corriendo, pero era justo y necesario lavarte el pelo, cerraste la ducha, (temblabas como pollito en rostipollos) mientras te ponías el acondicionador, para ser una buena persona y ahorrar agua; saliste del baño, ya mas tarde de lo que esperabas, conectaste la plancha de pelo (Tienes el pelo largo y se ve feo que andes todo despeinado) mientras te tragabas el desayuno, e ibas por toda la casa con prensitas pareciendo la chilindrina.

Después de una hora arreglándote lo más rápido que podías, estás listo; y al menos te queda la satisfacción de que estarás peinado unos cinco días, pues no planeas volverte a planchar el pelo.

Te ves en el espejo, sonríes; es un bonito día. Debes de ir a presentar el proyecto en el que estuviste trabajando tres meses seguidos sin dormir, pero crees que ha quedado bien y ha valido la pena.

Sales de tu casa, y como el lugar queda bastante cerca, decides caminar. Vas pensando en como lo presentarás y te emociona conocer a la competencia; sabes que solo los mejores serán tomados en cuenta.

Haz caminado 15 metros, cuando ves a tu vecina en pijama, con los pelos de la panza afuera y la pantaloneta a media nalga, te mira con ojos de deseo y te tira besos, susurrando algo que no puedes entender, pero que finaliza con un “que vecino mas guapo, vea que estoy sola toda la semana”. Quitas la mirada y aceleras el paso, tratando de olvidar tan desagradable escena de una cincuentona descuidada y bigotuda diciéndote obscenidades.

Caminas otros 50 metros, te das cuanta que adelante hay una construcción y todavía más adelante una casetilla de guarda; aceleras más el paso, después de unos cuantos, “machito venga y me lo…..”, “uyy miamorshhh….”, etc etc. Pasas la construcción y hasta suspiras, pero ¡momento!, ¡olvidaste la guarda!, ella te dice todo lo imaginable que no te habían dicho antes. (Recuerda que ahora eres mas pequeño, cualquiera de ellas podría hacerte cualquier cosa, sin tu poder hacer nada para defenderte).

Llegas por fin a tu destino, cansado y un poco aturdido, y conociendo por lo menos tres palabras nuevas, las cuales te da bastante miedo preguntar que significan. Respiras y miras a tu alrededor, eres el único hombre, como de costumbre, te preguntas nuevamente porque no habrán más hombres que se dediquen a lo mismo que tú, pero no le das importancia y sigues prestando atención al entorno.

A lo lejos te saludan, era tu antigua (Jefa, profesora, directora…alguien con poder), recordabas que siempre se te quedaba viendo y que era bastante incómodo tener que estar quitando la mirada; te saluda, y tú, cortésmente la saludas pero sin levantar mucho la vista; te dice que ella es parte del jurado que te evaluará. Tragas y se te hace un nudo en la garganta, reúnes todas tu fuerzas para volverla a ver y sonreírle, mientras de tu boca sale un afónico, “¡mirá!, que bien…”, no sabes donde meterte, y no sabes como sentirte, así que le dices que te disculpe y te vas, lo más lejos que puedes casi corriendo, mientras ves de reojo como ella se te queda viendo todo el camino.

Por fin ha llegado la hora, ves como todos empiezan a presentarse uno por uno, piensas en quienes son tu verdadera competencia; sabes que eres mejor que muchos de los que ya han pasado, que estás parejo con otros, y que también hay quienes están mucho más preparados; sigues viéndolos a todos, o a “todas”, llegó la hora de que presentes tu trabajo; empiezas a exponerlo poniendo toda tu expectativa en él, (trabajaste tres meses sin dormir).

Al minuto y medio, se oye una voz proveniente del jurado, “suficiente, el siguiente”; te dan ganas de mandar a la mierda a todos ahí; porque eres el único a quién no lo dejaron terminar, sin embargo solo respiras y bajas desanimado; piensas que obviamente el trabajo era peor de lo que pensabas, y aunque pasaste tres meses haciéndolo, piensas en volver después, con algo mejor.

Decides irte, pero inesperadamente te encuentras a una amiga, que va a presentarse también, ella te pide que la acompañes hasta que den el resultado.
Llaman a todos para dar el veredicto y con una sonrisa le deseas toda la suerte a tu amiga. Comienzan a dictar los nombres, ya estabas bastante distraído cuando escuchas de repente, como si algo te hubiera golpeado en la cabeza “-(escribe tu nombre aquí de nuevo)-”, de brinco y como si se te hubiera aparecido el diablo miras asustado y te quedas en shock. Tu amiga empujándote trata de hacer que te levantes para que recojas el certificado. Estas boquiabierto; caminas como por inercia hasta el podio donde los están entregando, lo recoges sin decir siquiera gracias, y te devuelves, aún con la boca abierta.

Al rato te despides de tu amiga, sumamente confundido. Llegan a felicitarte, incluyendo a tu antigua (Jefa, profesora, etc). De repente estás dentro de un círculo de mujeres que te dicen: “estuvo genial”, “te felicito”. Ahora si, sientes que te empieza a dar un tic nervioso, intentas sonreír, pero solo sale esa típica risa de chiste muy malo, que más bien suena como a murciélago en labor de parto. Sales corriendo de ahí, pasas por la caseta de guarda, por la construcción, por la casa de tu vecina…

Ya en tu casa, te tiras como si hubieras corrido la maratón en un sillón de la sala. Sale tu mamá y te pregunta que cómo te fue, lo que ella no tiene idea es que te estás haciendo la misma pregunta, prefieres tan sólo responderle: “bien, bien, después me dicen”, mientras subes las escaleras todavía como por inercia.

Te das cuenta que hay un concierto en un parque al aire libre como te gustan, te cambias y te vas. Cuando llegas, pretendes olvidar todo lo que pasó en el día, es uno de tus grupos favoritos, así que te vas al frente de la tarima a bailar y desestresarte.

Ha pasado solo canción y media cuando ves que se te acercan tres muchachas, no por ser clasista, o talvez un poco, apenas identificas en ellas la moda reguetonera, te tocas las bolsas para ver donde está tu celular. Ya intranquilo, y cuando te quitaron el matiz de tu pieza favorita, sigues medio bailando, medio volviendo a ver; al poquito tiempo, ves que ya se acercaron mucho, e intentas irte corriendo para atrás, ya te vieron con ojos de que te van a asaltar así que decides irte; llegas y buscas un lugar donde haya bastante gente y empiezas a llamar a tus amigos para preguntarles donde están, sabes que de seguro alguno anda por ahí.

Hablas con una amiga y te dice que la esperes en X lugar; vas al lugar y te sientas en la barra, por fin con un poco de paz, no quieres nada más que esperar a que venga tu amiga para poder contarle todo lo que había pasado. Al poco rato se sienta a la par una muchacha que te invita a un trago, recuerdas las típicas películas a lo “hembra que se respeta”, sonríes y dices: “no, gracias”, esperas unos segundos a que ella se levante y se vaya, pero al ver que eso no pasa decides levantarte e irte de la barra.

Buscas una mesa, cuando ves que entra ¡La Mae!, ves que se acerca y la sigues con la mirada. Ella te vuelve a ver y se va a sentar contigo. Piensas que al final del día algo mas o menos bueno tenía que pasar. Empiezas a hablar con ella, ya que tu amiga nada que aparece; después de un rato y unos cuantos besos ella te pregunta si quieres ir a otro lugar; tú, que obviamente sabes lo que significa, haces un esquema en tu mente, primero recuerdas que no la conoces, que te puede hacer cualquier cosa y quedarías indefenso, que puede ser una loca psicópata; luego piensas que no te depilaste las piernas, que no tienes condones y que no andas la ropa interior que te gusta; después caes en razón, sabes que es una estupidez y que estas esperando a tu amiga, entre beso y beso tratas de apartarla y decirle que no pero ella sigue, (por supuesto era algo que también estabas disfrutando) ya arrinconado corres la cara y le dices más seriamente que no, aunque todavía en un tono amable, a lo que ella responde tirándose encima de ti, diciéndote que no fueras tonto, que te fueras con ella. Reaccionando rápido te la quitas de encima de un solo, le dices que te tienes que ir, coges tus cosas y sales, mientras todos te miran, incluyendo a la muchacha de la barra, sales de ahí con la cabeza abajo para que no te reconozcan muriéndote de vergüenza y sin haber cometido ningún delito.

Llamas a tu amiga a la salida del lugar y te dice que ya está llegando, la ves, primero te cercioras de que no ande con el novio, que como de costumbre te odia, para saber que tan efusivamente la puedes saludar; te das cuenta que anda sola, la saludas y le ruegas que salgan lo más rápido de ese lugar.

Deciden ir a otro lugar cerca, estás ¡por fin!, en un lugar tranquilo con alguien que conoces, quieres contarle todo lo que te ha pasado, pero decides pedir algo de tomar y hablar de cosas buenas, la verdad, al menos podías disfrutar ese rato con ella.
Pasó el tiempo, y también los tragos por la mesa; tú aunque habías tomado, tan solo estabas un poquito mas desinhibido, ella se había encargado de tomarse al final los tragos que ya no querías.
Igualmente la estabas pasando bien, pero de un momento a otro tu amiga empezó a abrazarte mucho, como ya la conocías, tan solo le dijiste que ya había tomado suficiente, pero a diferencia de todas las veces anteriores, esta vez ella no hizo caso y siguió coqueteándote, tan solo te dio risa, pero sabías que era una buena hora para irse, le dijiste que ya volvías y que era bueno que fueran pagando todo; al levantarte habías dado tres pasos cuando te sentiste como en consultorio de urólogo gay, te diste la vuelta rápido para ver quién había sido, y solo viste a tu amiga, riendo; trataste de ignorarla e hiciste ejercicios de respiración.

Saliste a buscar un taxi, y la acompañaste hasta su casa, luego de ahí te fuiste a la tuya; al bajarte estaba lloviendo torrencialmente, por lo que en 10 segundos que duraste del taxi a la puerta ya estabas empapado. Llegaste mojado y decepcionado, (se te había mojado el pelo, así que de nada sirvió peinarse). Viste que tenías un recado de tus amigos, era una invitación para ir de paseo a escalar una montaña; entraste al baño escuchando el mensaje cuando te diste cuenta que te había venido la regla, de nuevo un esquema mental; montaña: no hay baños, ( recuerda que orinas sentado), no hay lugar donde cambiarte, no te vas a poder mover mucho y no tienes listo otro jeans que no sea el claro, en el que se va a pasar todo…, desanimado por todo esto, le contestas a tus amigos diciéndoles que gracias por la invitación pero que no vas a poder ir; justo en ese momento te llega el típico mensaje de tu amiga que dice: “perdón, estaba muy borracha”, le respondes que no importa, te pones un “pañal” para dormir, y te acuestas pensando en tu trabajo; nunca supiste que estaba bien y que mal, en realidad nadie lo supo nunca, ya que ni te dejaron presentarlo, aún así te escogieron…piensas y piensas hasta quedarte dormido. Luego se escucha el despertador, y todo empieza de nuevo…

martes, 9 de marzo de 2010

"Amarás al líder sobre todas las cosas"


Este es un reportaje sumamente interesante, en donde se muestra el mundo retraído, completamente ensimismado y absorto ante la figura de un líder, que es considerado básicamente como un dios. Esto se filma en Corea del Norte, y nos muestra, hasta donde les permiten, la cultura y el régimen bajo el cual viven los habitantes de este país. Es un poco largo, pero una vez que se empieza a ver, no hay como quitar la mirada.



lunes, 8 de marzo de 2010

Para ti...


Este es un poema para ti, sí, para ti. Ya que nunca entiendes lo que te digo, te regalaré este poema, aunque no sé si lo quieras o lo dejes al lado de las monedas de tu cambio. Sea como sea, es para ti...pero si alguna vez me preguntas, si te lo dediqué a ti, solo te responderé ¿de que hablas?, bajaré la mirada, y sonreiré como siempre lo hago...


Hagamos un trato.

Compañero
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que le miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presuroso en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Mario Benedetti.